30/4/16

La temida menopausia [30-4-16]


La temida menopausia

La menopausia es un período que todas las mujeres tienen que pasar, por lo que se pretende que las alteraciones asociadas a él sean las mínimas. No se debe mitificar, ni tratar como algo extraño o anormal; se debe vivir como una etapa más y tratar de sobrellevar los "problemas" que con ella se relacionan con naturalidad y sin miedo. La mejor opción es acudir a las revisiones habituales recomendadas y ponerse en manos de los especialistas siguiendo todas sus indicaciones.

Se caracteriza por la desaparición definitiva de la menstruación debido a la pérdida de la función ovárica. En ese momento cesa la capacidad reproductiva de la mujer, los ovarios dejan de funcionar y su producción hormonal disminuye. Este proceso conlleva una serie de cambios fisiológicos en el organismo a los que se añaden los debidos al envejecimiento.

La edad de aparición se sitúa en torno a los 50 años, considerándose un marcador biológico del envejecimiento, pues cuanto más tardía es, mayor es la longevidad. Se relaciona con ciertos factores asociados como el estado nutricional (cuanto mejor sea la dieta, mayor retraso se produce en la desaparición de la menstruación) y el consumo de tabaco (las mujeres fumadoras metabolizan más rápidamente los estrógenos por lo que se puede adelantar en uno o dos años).

Pero no aparece de repente; va precedida de una serie de manifestaciones clínicas, endocrinológicas y biológicas relacionadas con el descenso de la producción de estrógenos, que pueden acentuarse por razones psicológicas y sociológicas de rechazo a la nueva situación. La mejor manera de afrontarlo es comprender que no se trata de una enfermedad, sino de una nueva situación vital que puede durar muchos años, ya que la esperanza de vida de la mujer es cada vez mayor.

Muchas mujeres con la menopausia y la reducción de estrógenos a ella asociada sufren una serie de síntomas, en general pasajeros, que pueden llegar a ser desagradables. Podemos destacar:

-Depresión, por alteración del estado de ánimo.

-Sofocos, con aumento de la sudoración incluso por la noche.

-Sequedad de la mucosa genitourinaria, que puede provocar picor y problemas durante las relaciones sexuales.

-Trastornos neurovegetativos como insomnio, nerviosismo, cefaleas, irritabilidad, etc.

Lo más destacable de las consecuencias que puede acarrear la menopausia son los cambios que se pueden originar en el sistema cardiovascular y óseo. A nivel cardiovascular podemos destacar la arterosclerosis, con formación de ateromas en las arterias al desaparecer la acción cardioprotectora de los estrógenos, que aumenta el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares. A nivel óseo, destacaría la osteoporosis, provocada por la falta de mineralización de los huesos y que puede ocasionar varios problemas asociados (fractura de cadera, etc.). También aumentan las posibilidades de que surjan diabetes mellitus, dislipemias, hipertensión, obesidad, etc., pero no debes obsesionarte con ello, simplemente, ¡cuídate!

Podemos mejorar la situación si seguimos estos consejos:

-Llevar un estilo de vida saludable evitando el sobrepeso y la hipertensión.

-Dejar de fumar.

-Practicar ejercicio físico regularmente y de manera controlada.

-Seguir una dieta adecuada y equilibrada que nos permita incorporar los nutrientes esenciales y evitar el sobrepeso.

-Acudir a las revisiones ginecológicas indicadas por el médico. Suelen incluir: análisis de sangre, tensión arterial, mamografía, citología vaginal, ecografía ginecológica, densitometría ósea, etc.

A nivel dietético, sería recomendable seguir estos consejos:

-Tomar antioxidantes como la vitamina A, E, C, B 12, ácido fólico, zinc y selenio.

-Reducir el consumo de hidratos de carbono que, en exceso, son perjudiciales porque aumentan los niveles de triglicéridos.

-Aumentar el consumo de fibra soluble presente en frutas, verduras y legumbres.

-Incluir ácidos grasos insaturados como los del aceite de oliva: son cardioprotectores.

-Reducir las grasas insaturadas que aumentan el riesgo cardiovascular, los niveles de triglicéridos y del colesterol LDL. Están presentes en los alimentos de origen animal, mantequilla, bollería industrial, etc.

-Consumir ácidos grasos poliinsaturados (en semillas de girasol, maíz, pescados, etc.). Los ácidos omega 3 y 6 ayudan a reducir el colesterol LDL.

-No olvidarse de los lácteos para mantener el calcio en niveles adecuados. Para los intolerantes a la lactosa hay otras opciones que pueden ser útiles (brécol, sardinillas, leche sin lactosa, etc.).

Vive la menopausia como algo natural y consulta cualquier duda con tu médico. No te sientas rara ni creas que tienes que sufrirlo. Tampoco debes sentirte mal por lo que los demás puedan pensar o por sentirte emotiva e irritable. Por supuesto, lo mejor es poder controlarlo pero puede resultarte muy difícil y necesitarás ayuda profesional. Para cada situación pueden recomendarte una solución; sólo tienes que preguntar y tratar de mantener tu estilo de vida sin sentirte "muy mayor".

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