16/4/16

Menopausia y climaterio [16-4-16]


Menopausia y climaterio

Ambos términos se confunden habitualmente, pero es importante dar cuenta que el Climaterio es una etapa de la vida, que dura alrededor de 30 años, y la Menopausia es un momento que sucede normalmente a la mitad de estas tres sostiene el Dr. Hector Covini, Jefe del servicio de Ginecología de Clínica La Pequeña Familia y vicepresidente de la misma.

Se llama Menopausia a la última menstruación, y Climaterio al periodo fisiológico en que se comienza con alteraciones en la función menstrual, con cambios orgánicos importantes que se manifestarán hasta el fin de la vida.

Estadísticamente la menopausia se produce alrededor de los 50 años, llamándose precoz antes de los 40 años y prematura antes de los 45 años.

La consulta ante estos cambios tempranos sintomáticos son los que dan la oportunidad al profesional de implementar una serie de estudios y eventualmente consejos para la prevención de los trastornos tardíos, más silenciosos, que cuando se manifiestan, son en general, irreversibles.

Signos tempranos: Se relacionan los déficit de estrógeno a nivel de genitales externos, provocando sequedad vaginal, dispareunia baja (dolor en la penetración coital), vulvodinea (irritación vulvar) y en casos menos frecuentes la aparición de síntomas urológicos que pueden asociarse con infecciones urinarias a repetición.

Hay síntomas extragenitales, como las tuforadas de calor, rubores acompañados luego con escalofríos; todos síntomas vasomotores en algunos casos muy persistentes e intensos, alterando la calidad de vida.

También, es frecuente la consulta por trastornos del sueño e irritabilidad debido a estrógeno es muy influyente en el cerebro. Estos, son cambios que se reflejan en trastornos de la conducta que pueden ser muy marcados

Signos tardíos: La falta de estrógenos induce al incremento de las células grasas (adipocitos), incrementando el riesgo del síndrome metabólico (obesidad, diabetes e hipertensión arterial). Este signo se ve alterándose el aumento del colesterol (se eleva el LDL), aumento de la glucemia y eventualmente insulina plasmática, lo cual se puede prevenir con medidas higiénico – dietéticas.

El metabolismo óseo se modifica, ya que el hueso tiene unas células que regulan la reabsorción y formación del mismo, siendo estas últimas estimuladas por los estrógenos.

El control clínico precoz o la prevención ayuda a minimizarlos. Pero es importante tener presente que todos estos cambios son totalmente personales, ya que varían de acuerdo al estado en que se encuentre cada mujer, sus hábitos y herencia familiar. Por lo cual, los profesionales deberemos plantearnos que para cada mujer se deberá pensar la estrategia particular, y no aplicar un tratamiento generalizado.
 

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