27/7/15

En la menopausia se pierden cosas y se reacomodan otras [27-07-15]


“En la menopausia se pierden cosas y se reacomodan otras”

Abordaje de una etapa de cambios. El organismo sufre modificaciones, y a las transformaciones naturales se les suman preocupaciones y significados simbólicos que pueden producir malestar.

La menopausia atraviesa al género femenino en el aspecto físico y emocional y abarca circunstancias vitales que se imbrican con su historia, su presente y su futuro. Laura Sauchelli es médica especialista en Ginecología, consultora en menopausia por la Asociación Argentina para el Estudio del Climaterio (Aapec) y docente en la Maestría de Salud Sexual y Reproductiva, Capítulo Climaterio de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Comenzó su actividad en el Hospital Córdoba, donde empezó como residente y terminó como jefa de servicio y asegura que su tarea allí “le encantaba, porque ayudaba mucho a las mujeres”. Sobre todo –destacó– a las de menos recursos económicos, que tenían más dificultad para afrontar la crisis que puede significar atravesar esta etapa.

–¿Usted ve en el consultorio que se viva como un momento crítico?

–Sí, es una crisis vital, como la pubertad. Se pierden cosas, se reacomodan otras, la mujer comienza a ver la declinación de su vida laboral. Muchas se deprimen por sólo saber que no pueden tener hijos; otras, se alegran; otras se preocupan porque dicen que en la menopausia van a engordar o piensan “esto significa que empecé a ser vieja”. Todo depende de cómo tengamos la mirada sobre la vida, del entorno sociocultural en el que nos movamos, de la autoestima. Es un crisis a la que no hay que tenerle miedo, pero sí hay que conocerla y tener 
la voluntad de enfrentarla y vivirla.

–¿Por qué la mujer deja de menstruar?

–Porque se agota el ovario y deja de funcionar y de producir estrógenos. Otra causa es porque le saquen el útero, que no es lo mismo que la menopausia.

La menstruación se compone de un equilibrio entre dos hormonas: estrógenos y progesterona. Puede ser que haya estrógenos y que no se menstrúe porque no hay progesterona, que es otro tipo de alteración. Pero básicamente, es el estrógeno el que marca la vida femenina.

–¿Qué quiere decir eso?

–Los estrógenos son las hormonas de la feminidad porque nos marcan como mujeres y nos protegen. Por los estrógenos tenemos el cabello, piel, uñas, la voz característica y la capacidad reproductiva. Al mismo tiempo, los estrógenos protegen huesos, piel, el sistema cardiovascular y el nervioso.

–¿Cuál es la diferencia entre menopausia y climaterio?

–La menopausia es la última menstruación y es ese momento, mientras que el climaterio es un período que abarca la pre y posmenopausia y la menopausia está allí incluida. Sin embargo, vulgarmente hablamos de menopausia para todo esto. El climaterio comienza a los 40 años, cuando empieza a decrecer la capacidad reproductiva de la mujer. La menopausia propiamente dicha, se da en nuestro medio, entre los 45 y 54 años.

–¿Durante el climaterio se “despiden” varias hormonas?

–Primero se pierde la progesterona, que es la hormona de la reproducción; después, el estrógeno y, por último, la testosterona. Entonces, comienzan las alteraciones del ciclo porque no hay progesterona (comanda el ciclo menstrual), aparecen otros síntomas porque bajan los estrógenos, y, al final, desaparece la testosterona, que tenemos en poco nivel y es la que da vigor a los músculos y la que se relaciona con la libido, con el deseo sexual.

–¿Cuáles son los síntomas de estos cambios hormonales?

–El climaterio comienza por una deficiencia en la capacidad reproductiva que se traduce, muchas veces, por un trastorno del ciclo menstrual: o se menstrúa más seguido o más tarde de lo que corresponde. A la vez, pueden comenzar algunos síntomas de la deficiencia de estrógenos, como angustias, tristezas, decaimiento, falta de energía, algún nivel de insomnio. Cuando el estrógeno baja mucho, pueden producirse sofocos, a lo que también se les llama bochornos, que son tuforadas de calor repentinas, duran segundos, toman el tórax, el cuello, la cara y la cabeza y pueden estar acompañados por sudoración. En algún momento del climaterio, las mujeres sin su estrógeno y sin progesterona comienzan a tener un aspecto un poquito varonil, y es porque les queda solo la testosterona. Entonces se engrosan, les crece un poco de vello, se les empieza a caer un poco el cabello, todas efectos de la testosterona, que ha quedado solita. Pero estas circunstancias pasan cuando esta hormona desaparece. Se pueden presentar todos estos síntomas o no, dependerá de cada mujer.

–¿Cómo cuidar lo que queda desprotegido por falta de estrógenos?

–Si no hay problemas de salud, básicamente son los habituales de la mujer: si todo está bien, una vez por año papanicolau y mamografía y, por evaluación, ecografía ginecológica. Si hay riesgo para osteoporosis, se hace una densitometría. Como médica menopausóloga, me meto mucho en la parte clínica y veo cómo anda de tiroides y otras cuestiones, porque uno tiene la oportunidad de tener a la paciente ahí y es bueno estudiarla un poco por todos lados. Es importante que hagan actividad física para proteger los huesos y el sistema cardiovascular, que consuman alimentos con calcio y nosotros evaluaremos si hace falta recuperar o no. Deben hacer una dieta sana para controlar el colesterol y evitar comer demasiados dulces. Además, las mujeres tienen que cuidar su piel, porque se va perdiendo colágeno.

–¿Qué indicaciones tiene hoy el tratamiento hormonal?

–Después de tantas idas y vueltas, el tratamiento hormonal hoy se indica exclusivamente para los síntomas climatéricos que alteran la calidad de vida, como las tuforadas y el insomnio, que, muchas veces, es provocado por el sofoco. El tratamiento es por un tiempo acotado, hasta que la paciente calme sus síntomas y se encamine a vivir esta etapa de su vida sin estrógenos.

Las hormonas están contraindicadas para las mujeres con cáncer de mama, de endometrio, porque ambos cánceres son hormonodependientes, relativamente el cáncer de ovario y está en discusión el melanoma. Tampoco se indican en pacientes con antecedentes de infarto y enfermedades tromboembólicas como ACV o las trombosis venosas.

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