23/5/17

Menopausia: síntomas y causas [23-5-17]


Menopausia: síntomas y causas

¿Sabías que para tener una menopausia definitiva deben de pasar al menos 12 meses sin tener el periodo?


La menopausia es la ausencia total de menstruación. Pero esta no cesa repentinamente, sino que su desaparición se prolonga durante cierto periodo de tiempo donde las mujeres tienen faltas de la menstruación durante algunos meses y después vuelven a tenerla, a esto se le conoce como perimenopausia.

La menopausia se divide en dos fases: la premenopausia, que dura entre tres y cinco años antes de la última menstruación; y la posmenopausia, la que dura entre 7 y 10 años después de la última regla.

Aunque la edad en que comienza la menstruación es muy variable, suele situarse alrededor de los 50 años. Hablamos de una menopausia precoz si esta se presenta antes de los 40 o 45 años; mientras que una menopausia tardía se presenta cuando aún existe menstruación después de los 55 años.

Los cambios hormonales que ocurren durante el climaterio (transición de todos los cambios desde la edad fértil hasta la edad estéril) son primeramente la ovulación, etapa donde se encuentran muchos folículos primordiales que salen del ovario tras su maduración, provocando lo que se conoce como "regla". Es en este momento en que se producen los estrógenos, hormonas sexuales esteroideas encargadas de mantener los órganos genitales femeninos y los distintos cambios que ocurren durante el ciclo genital.

Ahora bien, tras la menopausia ocurre un cese de la función ovárica. Este consistente en la interrupción de la producción de las hormonas responsables de la fertilidad; agotando los folículos primordiales y por lo tanto, deteniendo los ciclos menstruales.


Síntomas de la menopausia

Aunque se pueden empezar a adivinar algunos indicios de la menopausia por la aparición de distintos síntomas físicos internos y externos, los más habituales son:


Síntomas neurovegetativos

Sofocos: este es uno de los síntomas más frecuentes y precoces de la menopausia. Lo que sucede es que se siente una sensación de calor ascendiente desde el tórax hasta el cuello y la cara, provocando una sudoración excesiva, esto debido a una crisis de vasodilatación cutánea.

La frecuencia y duración de este síntoma es muy variable, puede ser desde unos segundos hasta horas, siendo más frecuentes por la noche. Este síntoma puede aparecer desde cinco años antes de la menopausia y hasta cinco después, disminuyendo cada vez su intensidad.

Otros síntomas: palpitaciones, insomnio, cefalea, sudoraciones y vértigos, entre otros.


Síntomas locales

Ovarios:
estos disminuyen su tamaño, adoptan una forma rugosa e internamente se vuelven fibrosos con ausencia de formaciones foliculares.

Vulva: se produce una atrofia vulvar que provoca pérdida del grosor de la piel y aparición de prurito (hormigueo o irritación incómoda de la piel).

Vagina: disminuye la secreción y el tamaño, provocando la aparición de dispareunia (dolor al tener relaciones sexuales) y aumento en el riesgo de contraer infecciones.

Útero: disminuye su tamaño y se adelgaza el endometrio, asimismo, se produce una disminución en la secreción.

Otros síntomas: es más frecuente la aparición de prolapsos genitales, así como incontinencia urinaria causada por la modificación en músculos y ligamentos.


Síntomas sistémicos

Alteraciones psicológicas: cambios en los hábitos de sueño con insomnio recurrente, irritabilidad, depresión, ansiedad, dificultades de concentración y disminución del libido, entre otros.

Alteraciones cutáneas: disminución del grosor de la piel y elasticidad, sequedad con tendencia a picazón.

Enfermedades cardiovasculares: incremento de la incidencia de enfermedad cardiovascular (infarto, angina de pecho, hipertensión, arteriosclerosis, etc.) debido a la disminución de estrógeno.

Osteoporosis: enfermedad caracterizada por la disminución de la masa ósea y la alteración de la estructura del tejido óseo, los cuales provocan un aumento en la fragilidad y por ende, de la fractura.

Existen algunos tratamientos contra los síntomas de la menopausia, como la terapia hormonal sustitutiva (THS), que consiste en la administración de estrógenos; y tratamientos hormonales con gestágenos o tibolona, un esteroide sintético con acción estrogénica.

Otra opción son los SERM, que no tienen acción sobre los síntomas neurovegetativos ni la atrofia genial, pero son beneficiosos sobre la masa ósea.

Lo más importante es acudir a tu médico, quien te recomendará la opción más viable para tu caso.
 

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