"Salud, menopausia y climaterio" adelantos medicos, recomendaciones, investigaciones y publicaciones medicas sobre la menopausia y el climaterio
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16/5/17
La terapia hormonal después de la menopausia no influye en el deterioro mental [16-5-17]
La terapia hormonal después de la menopausia no influye en el deterioro mental
En un estudio de cuatro años sobre unacohorte de mujeres menopáusicas tratadas con terapia hormonal,los autores observaron que la agudeza mental no mejoraba niempeoraba, aunque el uso de ciertos estrógenos influíapositivamente en el estado anímico.
La terapia hormonal está asociada con el deterioro mental enlas mayores de 65, según publica el equipo, pero eso no ocurrióen este grupo de mujeres estadounidenses de alrededor de 50años.
"Como las participantes eran jóvenes y saludables, loshallazgos cognitivos no son especialmente sorprendentes, perolos resultados sobre el ánimo no los esperábamos", dijo el autorprincipal, Carey E. Gleason, de University of Wisconsin,Madison.
El ánimo mejoró en las usuarias de las píldoras de estrógenoequino, pero no con los parches transdérmicos de estrógenonatural humano.
Para Gleason, los resultados respaldan las indicacionesclínicas vigentes.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EstadosUnidos (FDA, por su sigla en inglés) recomienda tratar lossofocos, la sequedad vaginal o el dolor durante las relacionessexuales de la menopausia con las dosis más bajas posibles deterapia hormonal y durante el período más corto que seanecesario.
La FDA señala que las hormonas aumentan el riesgo deformación de coágulos, infartos, ACV, cáncer mamario yenfermedad de la vesícula biliar.
El equipo hizo un estudio aleatorio versus placebo sobrecasi 700 mujeres, con un promedio de 53 años de edad, que habíantenido su último período un año antes del inicio de lainvestigación, entre el 2005 y el 2008.
En tres grupos, las participantes utilizaron al azar 0,45mg/día de estrógenos equinos conjugados orales (o-CEE) más 200mg/día de progesterona micronizada (m-P) los primeros 12 días decada mes; un parche de 50 mcg/día de estradiol transdérmico (t-E2) más la dosis de m-P, y píldoras y parches placebo.
Al inicio del estudio, más del 40 por ciento tenía sofocosmoderados a graves, lo que disminuyó en todos los grupos a losseis meses, aunque el alivio fue mayor con o-CEE y t-E2 que conplacebo.
Esa diferencia, sin embargo, se redujo con el tiempo cuandolos sofocos fueron desapareciendo en el grupo control a medidaque avanzaba a la postmenopausia.
Las mujeres fueron sometidas a evaluaciones cognitivas y deánimo cuatro veces durante el estudio de cuatro años.
El rendimiento en las pruebas cognitivas no varió en eltiempo entre los grupos, según publica el equipo en PLOSMedicine.
"Esto es realmente importante porque les dice a las mujeresque quieren utilizar la terapia hormonal en la menopausia que eltratamiento no les afectará la memoria", dijo Susan M. Resnick,del Instituto Nacional de Envejecimiento, Baltimore, Maryland,quien no participó del estudio.
Las hormonas son el tratamiento de primera elección paramuchas mujeres con síntomas menopáusicos, según comentó Mark A.Espeland, de la Facultad de Medicina de Wake Forest,Winston-Salem, Carolina del Norte, quien tampoco participó delestudio.
21/2/17
La terapia hormonal en la menopausia ni previene ni aumenta el riesgo de alzhéimer
La terapia hormonal en la menopausia ni previene ni aumenta el riesgo de alzhéimer
Con independencia de la duración del tratamiento, la administración de terapia hormonal durante la menopausia no protege a largo plazo frente a la enfermedad de Alzheimer
abc.es
La menopausia, o lo que es lo mismo, la interrupción definitiva de la menstruación en la mediana edad, constituye una etapa en la vida de la mujer caracterizada por una menor producción de hormonas femeninas, fundamentalmente de estrógenos. Y dado que este menor nivel de estrógenos se asocia con la aparición de síntomas muy molestos como los sofocos o las migrañas, muchas mujeres reciben tratamiento para ‘corregirlo’. Se trata de la consabida ‘terapia hormonal sustitutiva’ (THS), cuyo perjuicio o beneficio continúa siendo objeto de un intenso debate entre los científicos. Por ejemplo, ¿la terapia hormonal se asocia a un mayor o menor riesgo de alzhéimer? Pues muchos estudios, especialmente los más recientes, sugieren que esta terapia tiene un efecto protector frente a la demencia. Pero según una nueva investigación llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental en Kuopio (Finlandia), la THS no tiene ningún efecto positivo –ni tampoco negativo– sobre el riesgo a largo plazo de enfermedad de Alzheimer.
Como explica Bushra Imtiaz, directora de esta investigación publicada en la revista «Neurology», «si bien las mujeres todavía tienen que consultar con sus médicos los riesgos y beneficios asociados con la terapia hormonal durante la menopausia, nuestro trabajo no ofrece ninguna evidencia contundente de que la administración de hormonoterapia proteja a las mujeres frente a la enfermedad de Alzheimer».
No hay protección
En los últimos años se han desarrollado numerosos estudios para evaluar los beneficios, y sobre todo los riesgos, de la terapia hormonal en la menopausia. Y de acuerdo con los resultados, parece que la hormonoterapia reduce el riesgo de las usuarias de padecer un infarto de miocardio o un ictus, así como de sufrir un debilitamiento de sus huesos –o lo que es lo mismo, de desarrollar menopausia.
Por el contrario, el tratamiento también se ha asociado a un riesgo mucho mayor de cáncer de ovario. Sin embargo, no está muy claro si esta terapia hormonal es beneficiosa o perjudicial en lo que se refiere al alzhéimer. Y es que según el estudio que se mire, el tratamiento tiene un efecto protector o inductor. De ahí la importancia de esta nueva investigación, dado que podría poner fin a la controversia sobre la relación entre la terapia hormonal y la demencia, muy especialmente el alzhéimer.
Para llevar a cabo el estudio, los autores siguieron la evolución de 8.195 mujeres a lo largo de dos décadas –desde 1989, año en el que las participantes tenían una edad entre los 47 y los 56 años, hasta 2009–, periodo durante el cual las participantes respondieron cada cinco años a un cuestionario en el que se les preguntó sobre distintos aspectos relacionados con su salud, caso de la posible administración de THS. En total, la cifra de mujeres que tomaron terapia hormonal fue de 4.401.
Concluido el estudio, el número de participantes que desarrollaron enfermedad de Alzheimer se estableció en 227. Sin embargo, y de acuerdo con los resultados, el uso de terapia hormonal no tuvo ninguna influencia sobre el riesgo de aparición de la enfermedad. Es decir, ni protege a largo plazo frente al alzhéimer ni desencadena ni acelera su progresión.
Recuerdos ‘sesgados’
En este contexto, los resultados mostraron que las mujeres que afirmaron haber tomado la terapia hormonal durante un mínimo de 10 años tuvieron un menor riesgo de desarrollar alzhéimer que aquellas que no recibieron THS. Sin embargo, la revisión de los resultados con los datos sobre THS recogidos del Registro Finés, en el que desde 1995 se registra con precisión qué mujeres toman terapia hormonal y durante cuánto tiempo, refutaron que esto fuera realmente así.
Como concluye Bushra Imtiaz, «la limitación de nuestro estudio es que algunas informaciones fueron aportadas por las propias participantes, que podrían no recordarlas con total precisión. Además, tampoco pudimos controlar los resultados de aquellas participantes con una predisposición genética a desarrollar la enfermedad de Alzheimer».
Con independencia de la duración del tratamiento, la administración de terapia hormonal durante la menopausia no protege a largo plazo frente a la enfermedad de Alzheimer
abc.es
La menopausia, o lo que es lo mismo, la interrupción definitiva de la menstruación en la mediana edad, constituye una etapa en la vida de la mujer caracterizada por una menor producción de hormonas femeninas, fundamentalmente de estrógenos. Y dado que este menor nivel de estrógenos se asocia con la aparición de síntomas muy molestos como los sofocos o las migrañas, muchas mujeres reciben tratamiento para ‘corregirlo’. Se trata de la consabida ‘terapia hormonal sustitutiva’ (THS), cuyo perjuicio o beneficio continúa siendo objeto de un intenso debate entre los científicos. Por ejemplo, ¿la terapia hormonal se asocia a un mayor o menor riesgo de alzhéimer? Pues muchos estudios, especialmente los más recientes, sugieren que esta terapia tiene un efecto protector frente a la demencia. Pero según una nueva investigación llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental en Kuopio (Finlandia), la THS no tiene ningún efecto positivo –ni tampoco negativo– sobre el riesgo a largo plazo de enfermedad de Alzheimer.
Como explica Bushra Imtiaz, directora de esta investigación publicada en la revista «Neurology», «si bien las mujeres todavía tienen que consultar con sus médicos los riesgos y beneficios asociados con la terapia hormonal durante la menopausia, nuestro trabajo no ofrece ninguna evidencia contundente de que la administración de hormonoterapia proteja a las mujeres frente a la enfermedad de Alzheimer».
No hay protección
En los últimos años se han desarrollado numerosos estudios para evaluar los beneficios, y sobre todo los riesgos, de la terapia hormonal en la menopausia. Y de acuerdo con los resultados, parece que la hormonoterapia reduce el riesgo de las usuarias de padecer un infarto de miocardio o un ictus, así como de sufrir un debilitamiento de sus huesos –o lo que es lo mismo, de desarrollar menopausia.
Por el contrario, el tratamiento también se ha asociado a un riesgo mucho mayor de cáncer de ovario. Sin embargo, no está muy claro si esta terapia hormonal es beneficiosa o perjudicial en lo que se refiere al alzhéimer. Y es que según el estudio que se mire, el tratamiento tiene un efecto protector o inductor. De ahí la importancia de esta nueva investigación, dado que podría poner fin a la controversia sobre la relación entre la terapia hormonal y la demencia, muy especialmente el alzhéimer.
Para llevar a cabo el estudio, los autores siguieron la evolución de 8.195 mujeres a lo largo de dos décadas –desde 1989, año en el que las participantes tenían una edad entre los 47 y los 56 años, hasta 2009–, periodo durante el cual las participantes respondieron cada cinco años a un cuestionario en el que se les preguntó sobre distintos aspectos relacionados con su salud, caso de la posible administración de THS. En total, la cifra de mujeres que tomaron terapia hormonal fue de 4.401.
Concluido el estudio, el número de participantes que desarrollaron enfermedad de Alzheimer se estableció en 227. Sin embargo, y de acuerdo con los resultados, el uso de terapia hormonal no tuvo ninguna influencia sobre el riesgo de aparición de la enfermedad. Es decir, ni protege a largo plazo frente al alzhéimer ni desencadena ni acelera su progresión.
Recuerdos ‘sesgados’
En este contexto, los resultados mostraron que las mujeres que afirmaron haber tomado la terapia hormonal durante un mínimo de 10 años tuvieron un menor riesgo de desarrollar alzhéimer que aquellas que no recibieron THS. Sin embargo, la revisión de los resultados con los datos sobre THS recogidos del Registro Finés, en el que desde 1995 se registra con precisión qué mujeres toman terapia hormonal y durante cuánto tiempo, refutaron que esto fuera realmente así.
Como concluye Bushra Imtiaz, «la limitación de nuestro estudio es que algunas informaciones fueron aportadas por las propias participantes, que podrían no recordarlas con total precisión. Además, tampoco pudimos controlar los resultados de aquellas participantes con una predisposición genética a desarrollar la enfermedad de Alzheimer».
9/12/15
La terapia hormonal sustitutiva en la menopausia no provoca cáncer de mama, según un experto
La terapia hormonal sustitutiva en la menopausia no provoca cáncer de mama, según un experto
La terapia hormonal sustitutiva, que ayuda a disminuir los efectos de la menopausia, no produce cáncer de mama por encima de lo esperado para la población en general, según ha afirmado el coordinador del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Nisa Pardo de Aravaca, el doctor José María Fernández Moya.
telecinco.es
El doctor Fernández ha explicado que indicada y bajo control médico, esta terapia mejora la calidad de vida de las mujeres, ya que tiene un éxito superior al 95 por ciento para evitar el síndrome climatérico. "Por lo tanto, su indicación es clara, durante un tiempo limitado y en dosis reducidas para aquellas pacientes que lo padezcan y que no tengan contraindicaciones", ha añadido el médico.
Esta recomendación médica, además, está aprobada tanto nacional como internacionalmente por todos los organismos médicos competentes, y avalada por multitud de estudios multicéntricos realizados en miles de usuarias.
El doctor Fernández ha explicado que uno de los principales retos ha sido prolongar la esperanza de vida media de las mujeres, elevándola a los 85 años. El siguiente paso será mejorar su calidad de vida, a través de distintas líneas de investigación que se están aplicando pero de forma prudencial debido a que "cualquier movimiento en este sentido debe estar basado en una adecuada política de prevención que se debe comenzar lo antes posible en la vida del paciente".
CONSEJOS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA
Para afrontar de la mejor forma posible los síntomas que produce la ausencia de periodo, que implica cambios en el cuerpo de la mujer por falta de hormonas, el doctor Fernández ha ofrecido unos consejos básicos para mantener una buena calidad de vida.
El primero de ellos es que la afectada acuda al ginecólogo para recopilar la información pertinente, con el objetivo de mejorar la calidad de vida "para que envejecer sea el principio de algo importante y no el final de nada", ha indicado el especialista. Prestar atención a nuestro estado de ánimo es el segundo de los consejos, puesto que "la primera causa es la ausencia de estrógenos, que facilita la aparición de signos de depresión".
Los cambios en la corporalidad provocan que muchas mujeres no se sientan atractivas y se genere un cuadro de cansancio físico. Realizar media hora de ejercicio físico diario ayuda a contrarrestar esto, además de mantener el cuerpo sano. Junto al ejercicio, y siguiendo la línea de vida más sana, dejar de fumar ayudaría a paliar algunos de los síntomas comunes que sufren las mujeres, para evitar toxinas.
"La reducción de la actividad sexual agudiza el sentimiento de verse vieja. Pero no hay que olvidar que esto lo provoca una
alteración biológica del medio vaginal, por la ausencia de hormonas, que dificulta las relaciones sexuales, produciendo un rechazo hacia las mismas", ha recordado Fernández recomendando su práctica.
Por último, otra base fundamental es llevar una alimentación saludable, por lo que el especialista recomienda optimizar la dieta y hacer hincapié en la ingesta de calcio.
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